La perdiz, una simpática ave de enérgico vuelo, no migratoria, anida en el suelo y de tamaño mediano. Pertenece a la familia de las Phasianidae y a la orden Galliformes. Generalmente puedes encontrarla en diferentes partes de Extremadura, dependiendo de la temporada, busca refugio en montes bajos, praderas, zonas pedregosa y llanuras. Posee un cuerpo redondeado y voluminoso que contrasta con una cabeza pequeña. Su altura ronda los 33-38una cm, con envergadura de 50-60 cm y 12 cm de cola, por lo que se encuentran entre las aves terrestres de tamaño medio, llegando a pesar entre 420 y 550 gramos. Los individuos adultos poseen un pico corto y robusto (alimentación granívora), así como patas con dedos recios, extendidos, que identifican a un ave corredora. Otro rasgo de las aves terrestres se aprecia en la morfología de las alas, cortas y robustas, que permiten solamente vuelos cortos.
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Forman pareja hacia febrero, mostrando el macho un extraordinario «sentido de la propiedad», que defiende con ardor y especial gallardía. Nidifica en pequeñas depresiones del terreno recubiertas de restos vegetales y al amparo de matos y altas hierbas. Hacen generalmente una sola puesta, de una media de 15 huevos, que incuba la hembra durante aproximadamente 22 días, si bien a veces se dan dos puestas simultáneas en distintos nidos, siendo el macho el que incuba entonces uno de ellos.
Omnívora y bastante frugal, su dieta es preferentemente vegetal, granos y pequeñas hierbas, semillas de tomillo, lentisco… En verano aprovecha la abundancia de insectos, que son parte fundamental de la dieta de sus polluelos o » perdigones»