Aparte de lo que subjetivamente signifique para cada uno de los calereños, es un punto obligado de asistencia, lugar de animados encuentros, o un espacio de remanso y frescura en las cálidas noches de estío, nuestra Fuente de Abajo merece un capítulo aparte en la historia de Calera.
Su existencia y especiales características influyeron irremediablemente en la ubicación de nuestro pueblo; porque de no haber existido un abundante manantial en la loma por donde hoy se extiende Calera de León, difícilmente hubiese sido elegido aquel lugar para un asentamiento humano. Como todos sabemos, los pueblos necesitan de abundante agua para atender las necesidades que de este líquido tienen personas y animales; así que de surgir allí un manantial lo suficientemente generoso como para abastecer a la comunidad establecida en sus inmediaciones, difícilmente hubiera prosperado la misma.