El mirlo de la subespecie tipo (Turdus merula) tiene una cola larga (95 a 110 mm para los machos y de 100 a 105 mm para las hembras), mide entre 23,5 y 29 cm de largo, con una envergadura de 34 a 38 cm, y pesa entre 80 y 125 gramos. Este peso varía en función del sexo y de las estaciones.
El plumaje de los machos adultos es totalmente negro y contrasta fuertemente con el anillo ocular de color amarillo o amarillo-naranja y con un pico también amarillo. Las patas son marrón-negro.
La hembra tiene un plumaje marrón, cuyos tonos varían de un individuo a otro, presentando zonas más oscuras. No tiene el pico ni el anillo orbital de color amarillo brillante del macho: su pico es marrón, a veces con una zona de color amarillo pálido, y su círculo ocular es de color marrón claro. Su garganta es más clara que el resto de su plumaje, pudiendo presentar un aspecto vagamente anaranjado. Sus patas son de color marrón oscuro.
Comportamiento
Es un ave solitaria que delimita su territorio con su célebre canto aflautado que lanza a primeras horas de la mañana y durante el crepúsculo, a menudo desde un lugar elevado. También se mueve mucho por el suelo, en busca de alimento, delatándolo con frecuencia el ruido de la hojarasca.
El Mirlo común vive en una gran diversidad de hábitats. Sur orígenes son forestales, pero ha ocupado todos los hábitats posibles, siempre y cuando dispongan de una buena cubierta vegetal de arbustos, matas y árboles.Desde el nivel del mar hasta más de 2.000 m (Córcega).
Alimentación
El régimen alimentario de los mirlos comunes es omnívoro. Se alimentan de una gran variedad de insectos, gusanos y otros pequeños animales y
también consumen frutas y, a veces, semillas.
Los mirlos buscan sus presas principalmente en tierra. Corren, dan saltitos, avanzan de golpe, inclinando la cabeza de lado para observar el terreno.
Cazan principalmente de vista pero también a veces usan el oído. Son grandes consumidores de gusanos que capturan rebuscando en el humus.
Con carácter excepcional, se alimenta de pequeños vertebrados como renacuajos, pequeños anfibios adultos o lagartijas u otro tipo de
mamíferos, como el conejo enano o el ratón.
Reproducción
El cortejo masculino se compone de carreras oblicuas, combinadas con movimientos de cabeza, el pico abierto, y un canto emitido en tono profundo y estrangulado. La hembra permanece inmóvil hasta que levanta la cabeza y la cola para permitir el apareamiento. Esta especie es monógama, la fidelidad es la regla general, hasta la muerte de uno de los partes. La separación de las parejas, sin embargo, se produce en el 20% de los casos después de una temporada de cría con una baja tasa de éxito.
Ponen los huevos en marzo, de 2 a 6 (generalmente 4) de color azul-verdoso con manchas marrones-rojizas. La incubación dura 14 días antes de la eclosión. Las crías abandonan en nido muy temprano, entre los 10 y 19 días desde su nacimiento. Los jóvenes llegan a la madurez al cabo de un año cuando ya pueden reproducirse, después de elegir su propio territorio.