Es un guiso. Los guarros que se han matado el día antes. Eso se ponen los huesos, se le hecha la cebolla, laurel, tomate, pimiento, se le echa aceite y vino y se retrae. Después se echa su agua y sus patatas y así cuece. Y está muy bueno. También se le echa morcilla lustre, que ahí al lado, en el pueblo que se llama La Puebla, le dicen «morcilla macho» y nosotros le decimos «morcilla lustre».
(Pallares, mujer, 24. 3. 98)