Mapa de distribución del Buitre leonado (Gyps fulvus).

El buitre leonado (Gyps fulvus) es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae,​ y uno de los pocos buitres que se pueden encontrar en Europa junto con el buitre negro, el alimoche (en verano) y el quebrantahuesos.

 

Se le puede encontrar en España, Portugal, zonas aisladas de Francia (donde ha sido reintroducido) e Italia, buena parte de los Balcanes y Crimea. El resto de su distribución abarca varias partes de África septentrional y Asia occidental.

El buitre leonado es una de las aves más representativa de Extremadura, especialmente en el Parque Nacional de Monfragüe. Sobrevuela los cielos de toda Extremadura y en algunos enclaves se le puede observar apoyados, gracias a ello, resulta un aliciente para desarrollar el turismo ornitológico en nuestra comarca de Tentudía.

CARACTERÍSTICAS

El buitre leonado es una rapaz inmensa e inconfundible, dotada de excelentes adaptaciones para la detección y el consumo de carroñas de gran tamaño. Con más de 2,5 metros de envergadura y un peso de 6-9 kilos, este carroñero es una de las aves más voluminosas de Europa y también una de las más longevas.

Buitre leonado (Gyps fulvus). FOTO CEDIDA POR: Santiago Jaramillo

Apenas existe dimorfismo sexual —al margen de sutiles diferencias difícilmente apreciables en el campo— en cuanto a tamaño y diseño. Las aves adultas tienen una coloración general pardo-grisácea, con las regiones dorsales algo más pálidas, en contraste con las rémiges (plumas remeras del ala) oscuras, mientras que las ventrales son de tonos marrones y pueden aparecer sutilmente listadas con un tono más claro. Los juveniles, por su parte, son de color marrón rojizo, más oscuro que en los adultos, y poseen un plumaje compuesto por plumas lanceoladas con finas estrías claras, que son renovadas progresivamente por otras de perfil redondeado. Visto de cerca, en el aspecto del buitre leonado llaman la atención varios detalles morfológicos en la cabeza y el cuello, como el poderoso pico, la característica gola de plumas (localizadas al final del cuello) y el largo y desplumado cuello, cubierto tan solo por un fino plumón, que se adapta perfectamente a la explotación del interior de los cadáveres. Es precisamente en esta zona anatómica de la rapaz donde se pueden apreciar con mayor facilidad las diferentes edades de las aves. Así, los buitres adultos tienen el pico de color hueso, la gola blanca y algodonosa, el plumón de la cabeza claro y el iris de color amarillento o ambarino, mientras que los ejemplares juveniles lucen una gola muy patente y desflecada, compuesta por largas plumas lanceoladas de color rojizo, y tienen el iris y el pico negros. Un buitre leonado llega a ser adulto a los 7 u 8 años de edad.
Visto en vuelo, el buitre leonado —que se remonta con las alas ligeramente en “V”— ofrece una silueta inconfundible, con las alas largas y anchas y una reducida cola.

Los buitres leonados suelen planear la mayor parte del tiempo de vuelo, aprovechando las corrientes de aire caliente ascendente. Ascienden en la corriente de aire caliente, descienden en las corrientes de aire frío y vuelven a ascender en otra corriente de aire caliente, así recorren grandes distancias gastando el mínimo de energía en el trayecto.

Buitre leonado (Gyps fulvus). FOTO CEDIDA POR: Santiago Jaramillo

Es un ave silenciosa salvo en las disputas por las carroñas o por los mejores emplazamientos en posaderos y dormideros, cuando emite una larga serie de sonidos guturales y bufidos.

 

 

 

HÁBITAT

Buitre leonado (Gyps fulvus) en vuelo. FOTO CEDIDA POR: Santiago Jaramillo

Especie asociada con paisajes con escasa cobertura arbórea y con disponibilidad de alimento (Margalida et al., 2007). Se encuentra en zonas con espacios abiertos, disponibilidad suficiente de carroñas de ungulados silvestres y/o domésticos, cortados rocosos para la nidificación y condiciones climáticas favorables para el vuelo durante todo el año.

Forma colonias en los cortados, los acantilados y las paredes rocosas, independientemente de que éstos se hallen en macizos montañosos o en zonas altitudinalmente bajas. Suele hallarse en las repisas de los cantiles hacia el amanecer, a la espera de que el sol caliente el aire y se formen las corrientes térmicas sobre las que planear. Al atardecer regresa a la buitrera para descansar.

Está presente en casi toda la Península Ibérica, salvo en Galicia, el oeste de Asturias y algunas áreas del Levante. En estas zonas pueden sin embargo observarse individuos estivales, que seguramente usen la costa cantábrica como área de campeo.

ALIMENTACIÓN

Sobre este tema existe mucha confusión y muy mala información, y en los siguientes párrafos explicaremos el por qué. Antes de nada, decir que la alimentación del Buitre leonado es exclusivamente carroñera, es decir, se alimenta de cadáveres de animales da igual el estado de descomposición en el que se encuentren, aunque en ocasiones excepcionales y de hambruna para ellos pueden llegar a devorar un animal que esté moribundo.

Buitre leonado (Gyps fulvus) junto a un cadáver. FOTO CEDIDA POR: Santiago Jaramillo

Los Buitres leonados se reúnen en grandes colonias para comer, juntándose cientos de ellos alrededor de un cadáver. Sobrevuelan los cielos a la espera de encontrar unos restos en el suelo, una vez son divisados, bajan rápidamente a tierra, hecho que es observado por los demás buitres que siguen el descenso a tierra. Una vez en la superficie son muy tímidos para acercarse al cadáver, pero una vez se aproximan se producen unas luchas tremendas entre ellos para alcanzar las partes más blandas del animal. Al final los que más se alimentan son los más hambrientos que luchan con mayor voracidad, incluso muchas veces comen tanto que es imposible que levanten el vuelo, teniendo que regurgitar la comida si les urge ascender a los cielos.

 

Colonia de Buitres leonados (Gyps fulvus) junto a un cadáver.

Debido a informaciones erróneas sobre su alimentación, el Buitre leonado ha sido perseguido durante varios años, hecho que trataremos en el apartado de ESTADO DE CONSERVACIÓN. Esta especie NO puede cazar, puesto que sus garras son fijas y no retráctiles, como en las águilas o felinos, por ello, no pueden atrapar una presa. Las garras solamente le sirven para agarrar una presa muerta y despedazar su carne. Otro de los hechos es su llegada al lugar del cadáver, el cual ha sido cazado vivo por lobos u otros predadores, que una vez se han alimentado se van, dejando allí el esqueleto al que acuden los Buitre leonados, y mucha gente se piensa e informa erróneamente que son los Buitres leonados los que han dado caza a ese animal, y ellos solamente estás aprovechando la carroña dejada allí.

Buitre leonado (Gyps fulvus)

Los Buitres leonados NO son depredadores sino carroñeros, actividad que deberíamos agradecerles, puesto que actúan como los “basureros” de la naturaleza, eliminando los cadáveres que aparecen en los campos. Uno de los principales beneficios es que poseen unos ácidos estomacales tan ácidos que ninguna bacteria o virus puede sobrevivir, esto hace que eliminen grandes cantidades de microorganismo perjudiciales tanto para otros animales como para el ser humano.

ESTADO DE CONSERVACIÓN

Juvenil de Buitre leonado (Gyps fulvus). FOTO CEDIDA POR: Santiago Jaramillo

Desde que los antiguos pobladores de la Península Ibérica se hicieron ganaderos, hasta nuestros días, el buitre leonado ha estado estrechamente ligado a las actividades pastoriles del ser humano, realizando una eficaz, aunque a veces incomprendida, labor sanitaria, comentada en párrafos anteriores. Neciamente perseguido durante décadas, este carroñero entró en un peligroso declive del que, relajada la presión, se recuperó de forma espectacular. Desgraciadamente, el repunte del uso del veneno y los cambios en la gestión de carroñas, basureros y muladares vuelven a proyectar sombras de incertidumbre sobre el futuro de esta enorme rapaz.

Aunque no se considera una especie especialmente amenazada, el buitre leonado es un ave protegida en varios países. En otros tiempos los ganaderos perseguían y mataban a los buitres por considerarlas aves de mal agüero, que amenazaban al ganado próximo a parir.

Merece una atención particular en función de su valor científico, ecológico, cultural o por su singularidad, y exige la redacción de un Plan de Manejo. También está incluido en los anejos I y II de la Directiva 79/409/CEE de Aves, Anexo II del Convenio de Berna, Anexo II del Convenio de Bonn y en el C1 del Convenio CITES.

Juvenil de Buitre leonado (Gyps fulvus). FOTO CEDIDA POR: Santiago Jaramillo

Los principales factores de amenaza sobre la especie son el envenenamiento por comer cebos envenenados colocados ilegalmente en el campo por el ser humano para el control de depredadores, la falta de alimento por la escasez de muladares y la obligación de retirar el ganado muerto por normativas de la UE (sobre todo a partir de la crisis de las vacas locas), y las molestias en las colonias de cría por escaladores y excursionistas que provocan fracasos reproductivos. La caza ilegal no tiene la importancia que tuvo en el pasado.

Además amenazan el hábitat del buitre leonado construcciones de infraestructuras (pistas forestales, caminos rurales, cortafuegos, diques), urbanizaciones y las talas y aclareos abusivos en época de cría y en las zonas cercanas a las buitreras. Otra amenaza del Buitre leonado son las aspas de los molinos eólicos y los tendidos eléctricos.

REPRODUCCIÓN

Buitre leonado (Gyps fulvus) junto a su cría.

El tiempo de celo empieza en diciembre y termina en abril.

Antes del apareamiento, el macho corteja a su hembra de forma grotesca y primaria. Las parejas vuelan unidas realizando pasadas rápidas sobre la cornisa donde próximamente nidificarán.

Incuban en acantilados llamados «buitreras», que datan de tiempos inmemoriales. Ambos sexos participan en la construcción del nido, elaborado con palos, paja y pelo. Ponen un único huevo a finales de enero. La incubación del único huevo dura unos 52 días y está a cargo de ambos progenitores, que se turnan a intervalos de 24 o 48 horas. La alimentación de la cría necesita de la colaboración de ambos progenitores, ya que el éxito reproductor llevado a cabo por un único progenitor sería casi imposible. El pequeño abandonará el nido en julio o agosto y volará grandes distancias hasta establecerse en un lugar idóneo para vivir su vida.

CURIOSIDADES

Existen numerosas curiosidades en torno al Buitre leonado, aquí trataremos algunas de ellas.

  • Existen centros de conservación y recuperación del buitre leonado, como el de AMUS (Acción por el Mundo Salvaje) en Villafranca de los Barros, cercano a la Comarca de Tentudía.
  • Fue un animal muy importante en la cultura celtíbera. Los cadáveres de los caídos en combate se dejaban para su alimento (así el alma del guerrero acudía ante los dioses del Cielo). Es bastante común asociarlo a la deidad solar «Lug».
Juvenil de Buitre leonado (Gyps fulvus) sobre Segura de León.
  • Durante el verano, los buitres jóvenes pueden sufrir golpes de calor durante el vuelo, provocando que desciendan sobre cualquier tipo de superficie, siendo habitual su aterrizaje en las calles o tejados de los municipios.

 

 

 

 

Juvenil de Buitre leonado (Gyps fulvus) sobre tejado en Segura de León.
  • Es un animal monógamo que forma parejas estables que duran toda la vida.
  • En la comarca de Tentudía, exactamente en Cabeza la Vaca poseemos la Sierra de la Buitrera, llamada así en relación con este animal.
  • Poseen una vista prodigiosa, con la cual desde elevadas distancia divisan los cadáveres, esta observacióntambién es gracias a los cuervos, ya que estos son los primeros en llegar al cadáver y su color negro metálico los delata. Este color es divisado por los buitres, que acuden rápidamente hacia el lugar donde se encuentra el cadáver.
  • Pueden volar hasta 6000 metros de altitud.
  • Durante mi estancia en el Parque Nacional de Monfragüe, realicé en varias ocasiones la labor de alimentar a Buitre leonados en un muladar. Este momento era impresionante, observar los cientos y cientos de individuos que sobrevolaban mi cabeza y sentir los puntos de punta al mirarlos a pocos metros de mi presencia. Un hecho que nunca olvidaré y que sigue poniéndome los pelos de punta al recordarlo.
  • Además, existen dichos («eres un buitre» en referencia al apetito que siempre tienen estas aves) y canciones que hacen referencia al Buitre Leonado como la del grupo extremeño «Extremoduro» con su canción «Extremaydura» que dice «Desde que tu no me quieres, yo quiero a los animales, y el animal que más quiero, es el buitre carroñero…..»

COMARCA DE TENTUDÍA

Tentudía es un lugar privilegiado para la observación de esta espectacular especie. Los cielos están surcados por sus esbeltas figuras en vuelo y aterrizan en nuestra superficie para alimentarse de los cadáveres de animales domésticos principalmente pero también de animales silvestres.

Buitre leonado (Gyps fulvus) en pleno aterrizaje. FOTO CEDIDA POR: Santiago Jaramillo

Existe en el término de Cabeza la Vaca una Sierra que está directamente relacionada con el Buitre leonado, puesto que esta sierra recibe el nombre de Sierra de la Buitrera (lugar donde anidan los Buitres). Además, también en otras localidades de la Comarca de Tentudía existen emplazamientos desde los cuales la observación de estos especímenes es privilegiada para el turismo ornitológico.

 

Así que os animo a que nos visitéis y disfrutéis de todo lo hablado en estos párrafos y que seáis ustedes mismo los que corroboréis todos los datos citados y disfrutéis de esta maravillosa ave que surca nuestros cielos.