En 1594, el prior de la provincia santiaguista de León daba licencia para fundar un monasterio de franciscanos, y ya en 1624 el sevillano Francisco Daza había terminado de levantar la iglesia, el coro y otras dependencias monacales, operándose diversas reformas a mediados del siglo XVIII.
El convento fue suprimido en 1835 y su contenido repartido entre la parroquia y el convento del Carmen. La constante reforma de sus dependencias, la última de ellas finalizada en 2002, ha borrado la casi totalidad de su estructura original, aunque se ha conservado la iglesia, que mantiene la nave de veinticinco metros de largo por siete, con cuatro tramos articulados por pilastras y bóveda de cañón.
La cabecera, cuadrada, se cubre con media naranja sobre pechinas iluminada por linterna. Interesa destacar la capilla del Corazón de Jesús, con su decoración de yesos polícromos, que se abre al lado de la Epístola, y el coro, hecho también de nuevo en varias ocasiones, situado a los pies. Atractivo resulta el exterior, con un airoso juego de volúmenes correspondiente al cubo de la capilla del Corazón de Jesús, el camarín y la espadaña de un solo vano.