Se trata ésta de una tradición en la que además de adornar las cruces, es importante la convivencia entre los vecinos de la calle, que se unen para adornarla y después para celebrar juntos la fiesta del Día de la Cruz, con un buen chocolate con dulces entre otros manjares.
En las calles se montan auténticos altares en los que cada vecino aporta las macetas y flores que tienen en sus casas, con la intención de que la Cruz de cada calle luzca de una manera espectacular, aunque es cierto que cada año, son menos los vecinos que se animan a adornar su Cruz.
Una de las cruces que se adornan todos los años es la que se monta al final de las calles Sevilla y Zurbarán, la Cruz de la Resolana, en la que sus vecinas siguen manteniendo la tradición de compartir junto al altar un chocolate con dulces, tal y como se puede apreciar en la imagen.
Los vecinos de Monesterio durante todo este mes de mayo siguen visitando las cruces que de manera permanente están en la localidad, las cuales dejan adornadas con las mejores flores y macetas.