Esta pequeña ermita se construyó a comienzos del s. XVI. Es de una sola nave y cuenta con portada de granito tallada en estilo isabelino y pórtico de tres arcos de medio punto. Fue lugar de culto hasta finales del s. XVIII, luego ocasional hospital y, finalmente, casa de acogida para indigentes.

       Se perdió su memoria hasta que un incendio la puso al descubierto y se procedió a una primera restauración en la década de los sesenta del pasado siglo. En 2007 se cubrió de nueva techumbre de madera.