También del siglo XX es la ermita de la Virgen de Tentudía, aunque su estado actual es producto de una importante restauración del antiguo emplazamiento que finalizó en 1999. En principio, fue acondicionado como templo a finales de la década de 1960, sin embargo se remodeló parcialmente en 1992. En su origen fue un almacén de la fábrica electro harinera La Cruz del Pilar, de la compañía Sayago y Márquez, construida en 1906. La devoción a la Virgen de Tentudía, que ya era tradicional en Monesterio –existía una capilla dedicada en la Parroquia que fue destruida en 1936-, sustituyó a devociones antiguas como la de la Virgen de la Candelaria y la Virgen de Gracia. Será a principios de los sesenta cuando se materializa la devoción con la adquisición de una imagen, similar a la que existía en el Monasterio de Tentudía. El edificio actual, abovedado, es una mezcla de estilos; en el interior una balaustrada de mampostería recorre los laterales del templo. El presbiterio, absidiado, cuenta con una cúpula semiesférica; su camarín acoge la imagen; además de una recreación pictórica de la aparición a las huestes cristianas de la Virgen María en la Sierra de Tentudía, ejecutado por el pintor local Pérez-Carrasco Megía, en 1992.