Adosada al claustro del conventual en su flanco norte, se encuentra la iglesia de Santiago el Mayor de estilo gótico tardío, hace las funciones de parroquia de la localidad. En su fábrica se utilizó la mampostería, el ladrillo y la piedra de sillería.
Consta de una sola nave, dividida en tres tramos, y cabecera más angosta, de ábside poligonal, cubriéndose toda la construcción mediante bóvedas de finas nervaduras, de gran amplitud, con cuatro capillas hornacinas en el lateral de la Epístola,sacristía y capilla bautismal, hoy del Sagrario en la parte de la entrada principal. Se cubre con bóveda de crucería en forma de estrella, cuyos nervios descansan en pilastras constituidas por haces de columnillas o semicolumnas adosadas.
El retablo mayor formado por ocho lienzos de Eduardo Acosta que representan a los cuatro evangelistas, escenas de la batalla de Tentudía, la aparición de la Virgen a Pérez Correa, y coronando el conjunto la figura ecuestre del Apóstol Santiago, La hornacina está ocupada por una talla de madera de Cristo Crucificado, de buena factura, datada en el siglo XVI, que fue restaurada a principios de la década de 1990.
Las capillas hornacinas cuentan con bóvedas de crucería en su variedad de «espejo» sobre arcos de medio punto. A los pies, sobre bóveda rebajada también de crucería, se dispone el coro, desde el que, por medio de un paso, hoy cegado, se establecía la comunicación de la iglesia con el convento. Para llegar al coro, se desarrolla una escalera de sabor gótico por el costado de la Epístola. Por ese mismo lado se abren cuatro capillas definidas por arcos graníticos de medio punto.
El púlpito, situado junto al arco toral, es de granito con un cuerpo octogonal que descansa en base gallonada sustentada por un pilar del mismo material. Al pie de la escalera de acceso hay una pileta de agua benditas de piedra granítica con cazuela gallonada.
A los pies se encuentra el coro, con bóveda rebajada que apea sobre un atrevido arco, comunicaba antiguamente la iglesia con el convento a través de un paso que actualmente está cerrado.
En el exterior destaca la fachada irregular presentando una composición volumétrica donde destacan el tambor que contiene la escalera de caracol, con su contrafuerte adosado y una espadaña del siglo XVIII paralela al eje mayor de la nave.
La portada principal del templo es renacentista de granito, adintelada y frontón curvo ciego, flanqueado por dobles columnas sobre pilastras toscanas y hornacinas vacías en los intercolumnios, cuatro flameros por coronamiento y tímpano en arco, sobre las que se desarrolla un entablamento liso coronado por pináculos. Sobre este conjunto de cantería se abre un gran óculo. La portada del lado del Evangelio, es gótica, de sencilla traza perfilada en dintel, con dos cuartos de círculo y hornacina vacía.
Por delante de la iglesia aparece una extensa plaza empedrada, de gran sabor ambiental, en la que se abre el atractivo arco de comunicación externa con el conventual.