Este yacimiento se encuentra muy cerca de Fuente de Cantos. En las excavaciones se han encontrado restos que parecen datar en el Neolítico los primeros asentamientos en este paraje. Pero lo que más llama la atención son los restos de la muralla y la trama urbana construida durante la Edad del Hierro.

La carretera local que nos conduce al yacimiento es bastante estrecha, así que hay que tener cuidado con los vehículos con los que nos crucemos. Curiosamente discurre en paralelo de la Cañada Real Leonesa durante este tramo. A unos 5-6 kilómetros aparece señalizado un desvío a la izquierda por un camino que nos lleva a la entrada de la finca en la que se encuentra el centro de interpretación y los yacimientos.

El lugar está formado por dos cerros, uno de los cuales está muy cerca del arroyo Bodión Menor. Es un buen lugar para un asentamiento por la elevación del terreno, que permite una mejor defensa y sirve como atalaya natural, y por la proximidad del agua.
A partir de los estudios realizados hasta el momento se deduce que los asentamientos fueron ocupados en diferentes épocas, desde el Neolítico hasta la época romana.

En “Los Castillejos I” se ha encontrado una muralla circular, de unos 2´5 metros de espesor, que rodeaba el recinto, con una torre o bastión semicircular. Parece ser que el asentamiento en este cerro se produjo en el Calcolítico (Edad del Cobre) y después fue abandonado. Se han encontrado cenizas a lo largo de toda la muralla, en la cara interior, que pueden indicar que el fuego pudo destruirla. En este yacimiento se han encontrado también una serie de piezas conocidas como “ídolos de cuernos”.

El yacimiento de “Los Castillejos II” muestra una muralla defensiva mucho más elaborada, que data de los siglos IV-II a.C. Esta muralla, de planta pentagonal, tiene un espesor de hasta 3 metros en algunos puntos y disponía, además, de torreones rectangulares. La muralla va subiendo desde la parte inferior del cerro, situada junto al arroyo, hacia la parte alta del cerro, en el punto opuesto. Actualmente se puede ver la excavación de esta zona inferior y la excavación en la parte superior del cerro.

En el interior del recinto se pueden ver las casas, adosadas unas a otras, a lo largo de, al menos, una calle principal. En la tipología de las casas se aprecian, al menos, dos épocas o fases de ocupación. Una primera fase en la Edad del Hierro y otra fase posterior a partir del siglo II a. C. La estructura en la parte superior del cerro parece ligeramente diferente. Los muros de las casas son más anchos y los recintos más grandes. Es posible que estas casas pertenecieran a las clases más altas de la población o que cumplieran otra función.

En esta excavación de la zona superior del cerro se puede apreciar lo que parece un pozo de nieve, es decir, una oquedad artificial que se utilizaba para almacenar nieve durante el invierno para conservar los alimentos.

Estas dos fases de ocupación más recientes han borrado gran parte de los restos de fases de ocupación anteriores, documentadas a partir del Neolítico. Parece ser que los primeros asentamientos de época neolítica estaban localizados en el cerro más próximo al arroyo. Es probable que el lugar fuera abandonado y vuelto a utilizar por diferentes pobladores a lo largo del tiempo.

El cerro de Castillejos I parece que fue utilizado solo durante una época, en el Calcolítico, y abandonado definitivamente en épocas posteriores. Más adelante, en la Edad del Hierro, se construye el recinto defensivo de Castillejos II y la estructura urbana que se puede ver en la actualidad. Y posteriormente, a partir del siglo II a.C., llegan nuevos pobladores que reutilizan el asentamiento e introducen modificaciones.
En Castillejos II se han encontrado, entre otros objetos, dos ruedas de carro muy bien conservadas.