Esta fiesta se celebra durante varios días en torno al 15 de mayo. Todos los calereños y calereñas cambian sus casas por las llamadas «casetas» y se trasladan al campo (a la Pradera de San Isidro) para honrar al patrón de los agricultores.
Son días de fiesta, diversión y alegría, en los que se realizan multitud de actividades. Los festejos comienzan con el traslado del santo a la Pradera al que toda la ciudadanía lo acompaña en el camino haciendo varias paradas, amenizadas por una charanga, para recuperar fuerzas.
Las asociaciones locales, junto con la Asociación Cultural «Amigos de San Isidro», organizan diferentes concursos, además de juegos para todas las edades.
El último día se hacen entrega de los premios: Romero y Romera, mejor caseta, mejor jinete y amazona ataviados, por los diferentes concursos, etc.